El Trastorno por Déficit de Atención en Población Forense

Si hay un grupo prevalente entre la población forense penal es el TDAH, con o sin diagnóstico en la etapa adulta. Actualmente, se estima que entre el 30 y el 70% de los niños con TDAH en la infancia continúan presentando síntomas durante la edad adulta, con lo que se estima que la prevalencia del TDAH en la población general se encuentra en torno al 1-2%.

Los jóvenes con TDAH tienen cifras de infracción de las normas de circulación y de siniestralidad muy superiores a las que muestran los sujetos sin TDAH. Las irregularidades se manifiestan en una tendencia a
conducir antes de la edad permitida, menor respeto a las señales de conducción, exceso de velocidad, aumento de las infracciones al código de circulación y multas frecuentes. Los tiempos de reacción frente a las demandas del tráfico se ven afectados en el TDAH, lo que produce una conducción insegura. Los adultos con TDAH tienen mayores probabilidades de multas de tráfico por exceso de velocidad y de
retirada del permiso de conducir. Los sujetos con TDAH cuadruplican el número de accidentes respecto al resto de la población.

La enfermedad dual TDAH con trastorno por el uso de sustancias (TUS) se da en aproximadamente el 60% de los adultos con TDAH. Por otro lado, se estima que entre el 10 y el 15% de los niños y adolescentes con TDAH presentan en la edad adulta un comportamiento antisocial. Estudios prospectivos han evidenciado una comorbilidad entre el TDAH y el Trastorno Antisocial de la Personalidad (TAP) del 12-28% frente al 2-8% de TAP en los controles sin TDAH.

Las alteraciones estructurales y funcionales encontradas en pacientes con TDAH en áreas cerebrales relacionadas con los circuitos de recompensa, así como con la regulación de la impulsividad y de las funciones ejecutivas, guardan una relación estrecha con los síntomas de estos pacientes. Estas alteraciones también podrían relacionarse con la comorbilidad entre el TDAH y otros diagnósticos como el abuso de sustancias o los trastornos de la personalidad antisocial y límite, de tan alta prevalencia en población forense y penitenciaria.

A pesar de su alta prevalencia en población penitenciaria, el diagnóstico de TDAH prácticamente está ausente en el diagnóstico forense, como lo evidencia el trabajo de Morillas Fernández, quien concluye que en «una revisión jurisprudencial del tratamiento otorgado por los Tribunales de Justicia españoles a los casos en los que el autor de los hechos imputados presentaba trastorno por déficit de atención
e hiperactividad (TDAH), pudiendo afirmarse, sin ningún riesgo de equivocación, que el citado trastorno constituye un gran desconocido en la planta jurisdiccional española».

Es imprescindible por lo tanto, tener en cuenta la presencia de este problema en población forense, de modo que pueda realizarse una adecuada valoración de cómo haya podido influir en el hecho juzgado, así como orientar la medida más adecuada. Al igual que su comorbilidad.