Qué facilita o bloquea la revelación del abuso sexual

¿Por qué no lo dijo antes?. Esa es una pregunta escuchada por los peritos psicólogos en sala, pronunciada usualmente por la defensa, como si la demora en la revelación de posibles abusos sexuales a un menor no fuese la norma más que la excepción, en particular en situaciones de abuso intrafamiliar o realizado por personas con alguna vinculación previa entre víctima y victimario.

¿Qué nos dice la investigación empírica sobre la demora en la revelación y los factores que pueden influir en ella?. Alaggia, Collin-Vézina y Lateef (2019) revisaron investigaciones previas realizadas entre el 2000 y 2016, con un total de 322 estudios revisados por pares. Las principales conclusiones a las que llegaron fueron las siguientes:

a) La revelación es un proceso iterativo e interactivo en lugar de un evento discreto que se realiza mejor en un contexto relacional. Traducido al cristiano, que cuesta mucho, se le da muchas vueltas antes de revelar un posible abuso, y cuando se hace, incluso con retractaciones, la vinculación con la persona a la que se le revela es significativa.

b) Los modelos actuales sobre la revelación del abuso sexual reflejan una orientación social-ecológica del menor en el entorno, para comprender la compleja interacción de factores individuales, familiares, contextuales y culturales que intervienen en la revelación. Es decir, la revelación no depende sólo del propio abuso, sino de muchos factores sociales y culturales en los que la víctima está inmersa.

c) La edad y el sexo de la víctima intervienen significativamente en la revelación del abuso sexual.

d) Es necesario introducir una perspectiva de las distintas edades, a lo largo de la vida, que pueden influir en la revelación y

e) Las barreras a la revelación suelen ser mayores que los facilitadores.

En general, los menores más jóvenes tardan más tiempo en revelar y no lo hacen, usualmente, de modo espontáneo, sino en ambientes donde se habla sobre cuestiones de abuso sexual, o en condiciones de interrogatorio o entrevista. Es importante señalar que puede haber aquí una contaminación de la memoria e incluso una sugestión de falsa memoria, según cómo y quién realice esas preguntas. En general, las posibilidades de revelación de un posible abuso se incrementan con la edad, especialmente en la edad adulta.

Los varones, tanto niños como adolescentes, son más reacios a revelar posibles abusos, posiblemente por temor a ser acusados de homosexualidad. Las niñas o mujeres tienen una mayor visión de sí mismas como posibles víctimas de abuso sexual, con una mayor anticipación, lo que favorece la revelación.

La relación con el abusador también es clave. Si la relación es familiar, esto dificulta la revelación, salvo que el victimario no conviva con la víctima, en cuyo caso se incrementan las probabilidades de revelación.

Las relaciones familiares, como una estructura fuertemente patriarcal, rígidos roles de género, comunicación disfuncional, la existencia de otras formas de violencia doméstica o de género y el aislamiento o estructura familiar muy cerrada, dificultan todos ellos la revelación de un posible abuso. En cambio, la participación de los miembros de la familia en otras estructuras sociales y su relación con profesionales, así como una relación de apoyo emocional por el progenitor al menor, favorecen la revelación de un posible abuso.

Otros aspectos como el ambiente y factores culturales también se han mostrado influyentes como barreras a la revelación. La aceptación pasiva del abuso como algo inevitable entre el entorno social de la víctima y la percepción de estigma social tienden a inhibir el descubrimiento de posibles abusos. Se han identificado barreras culturales a la revelación como que el menor no ha de ser escuchado, la normalización de considerar a niñas y mujeres como objetos sexuales y la exaltación de la hipermasculinidad en varones. En su lugar, promover discusiones abiertas sobre la sexualidad en el entorno social de la víctima favorecen la revelación.

En cada caso, habrá que estudiar qué factores han favorecido o dificultado la revelación, sin olvidar que una revelación en contexto terapéutico no es lo mismo que una valoración forense. Pero de lo que se trata es de promover los factores que facilitan la revelación, de tal modo que el abuso no se perpetúe y que los victimarios perciban un aumento del riesgo de ser denunciados.

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